Vuelve el
alcalde de Tiburón Antón Losada Si Pedro Sánchez cree que ese cuadro de mandos "público y objetivo", donde todos
podremos consultar "desde
cualquier lugar de España"
cuáles son las condiciones técnicas que deben cumplirse para aspirar legítimamente a salir del
confinamiento, detendrá como por arte de magia la carrera política desatada por ver quién desescala primero, va listo. Ha
comenzado lo que Angela Merkel ha definido tan certeramente como la "orgía del desescalado";
claro que ella se refiere al impecable
y admirado Estado
federal alemán, siempre tan ordenado
y racional; no a nuestro desastroso y chapucero Estado de las Autonomías. Veremos si los gestores políticos están a la altura del
desafío. Con la misma rapidez que España se llenó de epidemiólogos, ahora
rebosa de líderes que
recuerdan vivamente
al alcalde de la
película Tiburón. En el clásico de Steven Spielberg el
alcalde de Amity Island era un personaje vociferante que vestía a la moda y se negaba
repetidamente a cerrar la playa porque sería malo para el turismo y para la
comunidad, sin importar el escualo que había sido avistado en las cercanías.
Quienes avisaban del peligroso animal eran unos histéricos que veían amenazas mortales donde nada
había y la playa no se podía cerrar, entre otras cosas, porque la gente tiene
que comer y no se puede vivir toda la vida sin pisar la playa. Como estamos
gobernados por gentes que nos toman por idiotas y solo creemos aquello que
cuenta la televisión, todos
esos alcaldes de Tiburón hispánicos están convencidos de que
salir antes del confinamiento supondrá la confirmación indiscutible de que su
gestión ha sido mejor que la de los demás y nuestra comunidad ha quedado en los puestos de cabeza del campeonato del coronavirus.
Nadie lo ha explicado mejor que el popular Fernando López Miras, el
presidente de Murcia: sus cifras son mejores y no van a permitir que venga
nadie de fuera a estropearlas. Ya verán ustedes como lo que debería constituir un proceso guiado
por criterios sanitarios y técnicos y la prudencia del buen gobierno se acabará
convirtiendo en una ridícula carrera por ver quién se cuelga primero la medalla del desconfinamiento, sin más
argumento que una reducción al absurdo de aquel viejo "España es
diferente". Como si no hubieran aprendido nada. Como si aún no se
hubieran percatado de que, sin una gestión integral y cooperativa, no puede
contenerse un virus que no distingue entre casos "propios" e "importados".
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MODALIZACIÓN:
1.
LÉXICO
VALORATIVO
Son
numerosos los ejemplos de vocabulario valorativo, con el cual el autor realiza
una valoración subjetiva de la realidad al tiempo que se refiere a ella. Es el
caso de adjetivos tan reveladores como desastroso
y chapucero, aplicados al estado
español, que contrastan con impecable,
admirado, ordenado y racional, que
califican al alemán. Son ejemplos de otros adjetivos valorativos histéricos para referirse a quienes
avisan de los peligros, o ridícula
para calificar la carrera por la desescalada. En cuanto a los sustantivos, son
muy importantes los relativos al campo semántico del deporte, por basarse el
artículo en una analogía entre la desescalada y una carrera. Así, encontramos
el propio carrera, campeonato, o expresiones como ponerse la medalla o puestos de cabeza. También dentro de los
sustantivos, tiene una especial carga valorativa la designación del proceso de
desescalada como orgía, en palabras
de Angela Merkel. Por último, podemos hablar de adverbios valorativos como vivamente, legítimamente o certeramente,
que valoran de manera subjetiva las acciones verbales a que acompañan.
2.
DEXIS PERSONAL Y SOCIAL
El
autor utiliza la primera persona plural (veremos, estamos gobernados, nuestro
estado de las Autonomías…). Se trata del llamado plural inclusivo o colectivo,
con el cual el autor intenta ganar la adhesión del lector, incluyéndolo en la
enunciación. Encontramos también un ejemplo de deixis social al inicio del
último párrafo, donde el autor se dirige de usted al lector (Ya verás ustedes…). Mediante el ustedeo,
el autor marca un distanciamiento respetuoso hacia el lector.
3. RECURSOS ESTILÍSTICOS
Preside
todo el texto el recurso retórico de la comparación por analogía, al insistir,
ya desde el propio título, en lo que tienen de parecido las actitudes del
alcalde de la película Tiburón con
los gestores políticos encargados de la pandemia. Esta analogía atraviesa el
texto al completo, pero se expone detalladamente en el segundo párrafo. Al
final del texto, pasa a concretarse en metáfora, al desaparecer la comparación
explícita en la mención de todos esos alcaldes de Tiburón hispánicos. El
segundo recurso retórico importante del texto es la metáfora en la que se
identifica el proceso de desescalada con una competición deportiva. Esta
metáfora está presente en todo el texto, que utiliza continuamente el lenguaje
deportivo para describir la realidad del desconfinamiento.
4.
CAMBIOS
DE REGISTRO
En
el texto predomina un registro estándar, propio de este tipo de artículos de
opinión sobre temas de actualidad, dirigidos a un público masivo y no
especializado. Sin embargo, el autor hace uso de algunos términos y expresiones
que acercan el texto a un tono más coloquial, logrando así una mayor cercanía
con el lector. Es el caso de expresiones como “va listo”, en la línea 4, “nos
toman por idiotas”, en la línea 14, o de adjetivos como “chapucero” para referirse
a nuestro estado autonómico.
5.
RECURSOS
TIPOGRÁFICOS Y SIGNOS DE PUNTUACIÓN
El
autor recurre al uso de comillas en diversas ocasiones, y con objetivos
diferentes. Podemos analizar como mecanismo de modalización las comillas con
que encierra “público y objetivo” y “desde cualquier lugar de España”, al
principio del texto, puesto que, aunque parezca referirse a palabras del
presidente Pedro Sánchez, interpretamos que el autor no está de acuerdo con la
efectividad de esas medidas, y enfatiza esa valoración mediante el uso de las
comillas. Similar utilización de las comillas encontramos en la última línea
del texto, donde se entrecomillan los términos “propios” e “importados”, para
referirse a la diferenciación artificial entre unos casos de coronavirus y
otros. El autor utiliza también las comillas en “orgía del desescalado” y en “España
es diferente”, pero en estos casos no podemos considerarlas como mecanismo de
modalización, pues se limitan a encerrar una cita textual, por un lado, y un
dicho popular, por otro.
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