martes, 8 de diciembre de 2020

Modalización de "Vuelve el alcalde de Tiburón"

 

 

Vuelve el alcalde de Tiburón

Antón Losada

Si Pedro Sánchez cree que ese cuadro de mandos "público y objetivo", donde todos podremos consultar "desde cualquier lugar de España" cuáles son las condiciones técnicas que deben cumplirse para aspirar legítimamente a salir del confinamiento, detendrá como por arte de magia la carrera política desatada por ver quién desescala primero, va listo. Ha comenzado lo que Angela Merkel ha definido tan certeramente como la "orgía del desescalado"; claro que ella se refiere al impecable y admirado Estado federal alemán, siempre tan ordenado y racional; no a nuestro desastroso y chapucero Estado de las Autonomías.

Veremos si los gestores políticos están a la altura del desafío. Con la misma rapidez que España se llenó de epidemiólogos, ahora rebosa de líderes que recuerdan vivamente al alcalde de la película Tiburón. En el clásico de Steven Spielberg el alcalde de Amity Island era un personaje vociferante que vestía a la moda y se negaba repetidamente a cerrar la playa porque sería malo para el turismo y para la comunidad, sin importar el escualo que había sido avistado en las cercanías. Quienes avisaban del peligroso animal eran unos histéricos que veían amenazas mortales donde nada había y la playa no se podía cerrar, entre otras cosas, porque la gente tiene que comer y no se puede vivir toda la vida sin pisar la playa.

Como estamos gobernados por gentes que nos toman por idiotas y solo creemos aquello que cuenta la televisión, todos esos alcaldes de Tiburón hispánicos están convencidos de que salir antes del confinamiento supondrá la confirmación indiscutible de que su gestión ha sido mejor que la de los demás y nuestra comunidad ha quedado en los puestos de cabeza del campeonato del coronavirus. Nadie lo ha explicado mejor que el popular Fernando López Miras, el presidente de Murcia: sus cifras son mejores y no van a permitir que venga nadie de fuera a estropearlas.

Ya verán ustedes como lo que debería constituir un proceso guiado por criterios sanitarios y técnicos y la prudencia del buen gobierno se acabará convirtiendo en una ridícula carrera por ver quién se cuelga primero la medalla del desconfinamiento, sin más argumento que una reducción al absurdo de aquel viejo "España es diferente". Como si no hubieran aprendido nada. Como si aún no se hubieran percatado de que, sin una gestión integral y cooperativa, no puede contenerse un virus que no distingue entre casos "propios" e "importados".

 

 

MODALIZACIÓN:

1.       LÉXICO VALORATIVO

Son numerosos los ejemplos de vocabulario valorativo, con el cual el autor realiza una valoración subjetiva de la realidad al tiempo que se refiere a ella. Es el caso de adjetivos tan reveladores como desastroso y chapucero, aplicados al estado español, que contrastan con impecable, admirado, ordenado y racional, que califican al alemán. Son ejemplos de otros adjetivos valorativos histéricos para referirse a quienes avisan de los peligros, o ridícula para calificar la carrera por la desescalada. En cuanto a los sustantivos, son muy importantes los relativos al campo semántico del deporte, por basarse el artículo en una analogía entre la desescalada y una carrera. Así, encontramos el propio carrera, campeonato, o expresiones como ponerse la medalla o puestos de cabeza. También dentro de los sustantivos, tiene una especial carga valorativa la designación del proceso de desescalada como orgía, en palabras de Angela Merkel. Por último, podemos hablar de adverbios valorativos como vivamente, legítimamente o certeramente, que valoran de manera subjetiva las acciones verbales a que acompañan.

2.       DEXIS PERSONAL Y SOCIAL

El autor utiliza la primera persona plural (veremos, estamos gobernados, nuestro estado de las Autonomías…). Se trata del llamado plural inclusivo o colectivo, con el cual el autor intenta ganar la adhesión del lector, incluyéndolo en la enunciación. Encontramos también un ejemplo de deixis social al inicio del último párrafo, donde el autor se dirige de usted al lector (Ya verás ustedes…). Mediante el ustedeo, el autor marca un distanciamiento respetuoso hacia el lector.

3.       RECURSOS ESTILÍSTICOS

Preside todo el texto el recurso retórico de la comparación por analogía, al insistir, ya desde el propio título, en lo que tienen de parecido las actitudes del alcalde de la película Tiburón con los gestores políticos encargados de la pandemia. Esta analogía atraviesa el texto al completo, pero se expone detalladamente en el segundo párrafo. Al final del texto, pasa a concretarse en metáfora, al desaparecer la comparación explícita en la mención de todos esos alcaldes de Tiburón hispánicos. El segundo recurso retórico importante del texto es la metáfora en la que se identifica el proceso de desescalada con una competición deportiva. Esta metáfora está presente en todo el texto, que utiliza continuamente el lenguaje deportivo para describir la realidad del desconfinamiento.

4.       CAMBIOS DE REGISTRO

 

En el texto predomina un registro estándar, propio de este tipo de artículos de opinión sobre temas de actualidad, dirigidos a un público masivo y no especializado. Sin embargo, el autor hace uso de algunos términos y expresiones que acercan el texto a un tono más coloquial, logrando así una mayor cercanía con el lector. Es el caso de expresiones como “va listo”, en la línea 4, “nos toman por idiotas”, en la línea 14, o de adjetivos como “chapucero” para referirse a nuestro estado autonómico.

 

5.       RECURSOS TIPOGRÁFICOS Y SIGNOS DE PUNTUACIÓN

El autor recurre al uso de comillas en diversas ocasiones, y con objetivos diferentes. Podemos analizar como mecanismo de modalización las comillas con que encierra “público y objetivo” y “desde cualquier lugar de España”, al principio del texto, puesto que, aunque parezca referirse a palabras del presidente Pedro Sánchez, interpretamos que el autor no está de acuerdo con la efectividad de esas medidas, y enfatiza esa valoración mediante el uso de las comillas. Similar utilización de las comillas encontramos en la última línea del texto, donde se entrecomillan los términos “propios” e “importados”, para referirse a la diferenciación artificial entre unos casos de coronavirus y otros. El autor utiliza también las comillas en “orgía del desescalado” y en “España es diferente”, pero en estos casos no podemos considerarlas como mecanismo de modalización, pues se limitan a encerrar una cita textual, por un lado, y un dicho popular, por otro.

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