domingo, 22 de noviembre de 2020

2º de Bachillerato: Solucionario para examen de la primera evaluación: Yo soy profesor, profesor

 

Yo soy profesor, profesor, profesor

(David Trueba)

 

 

 

 

 

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No corren buenos tiempos para los profesores. En el tira y afloja por los comienzos del curso, su voz no ha sido la mejor escuchada. Pareciera que los protocolos de separación, ventilación, entrada y salida, desinfección de material y demás aspectos de intendencia se hayan comido la más importante de todas las lagunas, la de la enseñanza misma. El continente se ha impuesto sobre el contenido. Puede que la humillación que corona el pastel de desatinos haya llegado con las colas infames para el análisis que se produjeron en Madrid poco antes de comenzar el curso, con el fin de detectar posibles positivos entre los docentes a apenas unas horas de empezar las clases. Había que frotarse los ojos para comprender que se obligara a cientos de enseñantes a esperar horas bajo el sol, en grupos masivos, arracimados y sin tino, para someterse a una prueba privatizada en la que 2.000 detectados tendrán que pasar por otro análisis más serio (ARGUMENTO EJEMPLIFICACIÓN). Los profesores merecerían al menos ser tranquilizados y bien tratados, pero, como sucede con los médicos de la asistencia primaria, se ignoran sus peticiones más que razonables.

Desde la suspensión de las clases presenciales a mitad de marzo pasado lo que más llama la atención es la ausencia absoluta de un debate de contenidos y metodología. Nadie puede negar que nos enfrentamos a algo inédito y demoledor para cualquier tarea que implica socialización. Que los chicos y chicas vayan a clase es una prioridad nacional, me temo que hasta por encima de las necesidades de bares, hoteleros y agencias turísticas, aunque si uno escucha los informativos no lo parezca. (ARGUMENTO COMPARATIVO).  Conseguir que acudan en grupos reducidos, controlados, que los desplazamientos sean del menor riesgo no es tarea fácil. Pero queda un sabor a oportunidad perdida cuando sospechas que podríamos haber sentado a los enseñantes a elaborar un modelo educativo de emergencia.

No se trata de cambiar nuestro programa académico, pero sí reformarlo. Este año no puede limitarse a ser un parche. Los profesores necesitan cierta autonomía para enseñar, para convertir su asignatura en algo más que un programa cerrado, sino una experiencia vital para sus alumnos. No es una utopía, pero hubiera requerido esfuerzo de distribución de horarios, reelaboración de programas, agilidad, inventiva y examinar los conocimientos de manera acorde a la situación extraordinaria que vivimos. Todo es un puñetero desastre expuesto a suspensiones temporales incómodas y constantes. Ya que este va a ser el peor curso de la historia de España, podríamos habernos roto el cerebro para ofrecer a los alumnos la mejor experiencia educativa de sus vidas. Pero al ver a los profesores madrileños haciendo esa cola inexplicable horas antes de que empezasen las clases he sentido, de pronto, una enorme piedad y admiración. La patria empieza por ellos. 

 

 

 

 

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BLOQUE I: COMPRENSIÓN ESCRITA Y PRODUCCIÓN ESCRITA



1.1.
Haz un resumen del texto anterior (1 punto).

 

La opinión de los profesores no ha sido tenida en cuenta en la planificación de este curso, marcado por los protocolos de contención de la pandemia por coronavirus que no parecen haber tenido en cuenta la pérdida académica sufrida durante el pasado confinamiento. También es llamativa la ausencia de debate sobre metodología y contenidos educativos en este contexto tan especial, y da la sensación de que el modelo educativo planteado no es más que un parche. En definitiva, se ha desperdiciado la oportunidad brindada por esta situación de emergencia para replantear nuestro sistema educativo.

 

1.2.  Enuncia el tema del texto. (1 punto)

 

Lamento por la oportunidad perdida para reformar la educación con motivo de la pandemia por coronavirus.

Reflexión sobre el modelo educativo planteado este curso bajo la amenaza del coronavirus.

Crítica a un modelo educativo de emergencia con motivo de la pandemia, que no es más que un parche.

 

SINTAXIS 

Oración 1

Nadie puede negar que nos enfrentamos a algo inédito y demoledor para cualquier tarea que implica socialización.

 

a)       Di qué clase de oración es “nos enfrentamos a algo inédito y demoledor para cualquier tarea que implica socialización” y cuál es su función sintáctica.

 

Se trata de una oración subordinada sustantiva, y su función sintáctica es de CD de la oración principal.

 

b)      Indica la función sintáctica del sintagma “a algo inédito y demoledor para cualquier tarea que implica socialización” y analiza su composición interna.

 La función sintáctica del segmento propuesto es CRV de, núcleo verbal “nos enfrentamos”.

 


 

c) Di qué clase de oración es “que implica socialización” y cuál es su función sintáctica.

 

Es una oración subordinada adjetiva o de relativo y su función es CN del sustantivo “tarea”.

 

Oración 2

Había que frotarse los ojos para comprender que se obligara a cientos de enseñantes a esperar horas bajo el sol.

 

a)       Di cuál es la función sintáctica de los “se” subrayados.

 

El primer “se” es CI y el segundo es marca de impersonalidad, por tratarse “se obligara” de un verbo en forma impersonal refleja.

 

b)       Di que clase de oración es “comprender que se obligara a cientos de enseñantes a esperar horas bajo el sol” y cuál es su función sintáctica.

 

Se trata de una oración subordinada final, y su función sintáctica es de CCFinalidad de la oración “Había que frotarse los ojos”

 

c)       Indica la función sintáctica del sintagma “a cientos de enseñantes” y analiza su composición interna.

La función sintáctica del segmento propuesto es CD.

 

BLOQUE III: LITERATURA (3 puntos)

Poema: Suicidio

 

1.       ¿A qué poema, libro y etapa literaria pertenecen estos versos de Lorca? Explica brevemente las características temáticas y formales del libro a que pertenece.

 

Este poema pertenece a Canciones, dentro de la primera etapa del autor. Fue publicado en 1927 y recopila poemas escritos entre 1921 y 1924. En sus páginas encontramos la muestra perfecta de la mezcla entre tradición clásica y vanguardia propia de la Generación del 27. Los elementos tradicionales aparecen en los temas tratados (todos ellos universales y muy habituales en la poesía popular: el amor, la muerte, el mundo infantil, la naturaleza…) y las estructuras métricas empleadas (la principal forma empleada es la de la canción tradicional, con versos cortos, rima asonante, uso de estribillo y recursos de repetición, estructuras circulares, etc.), mientras que los elementos vanguardistas están presentes en el uso de metáforas visionarias en las que se identifican conceptos muy alejados entre sí.

 

2.       Explica de qué trata este poema, resumiendo su contenido estrofa por estrofa.

 

En este poema asistimos al desgarrador suicidio de un joven desesperado, que siente que ha perdido la libertad y que las promesas que quizá se le hicieron no se han cumplido ahora que deja de ser un niño (sus alas están rotas y las flores se revelan de trapo). Poco a poco lo rodean presagios de muerte e incluso anticipa el desenlace fatal al verse a sí mismo yacente en la cama, ante la mirada fría de un reloj que se ha detenido. Al final del poema, el protagonista rompe el espejo en el que se reflejaba su imagen, en un suicidio simbólico con el que el texto se cierra, sumidas la escena, y el propio lector, en la oscuridad.

 

 

3.       3.1. ¿Qué recurso aparece en los versos 12 y 13? Habla brevemente de este recurso en la poesía de Lorca.

 

Es una personificación del reloj. El reloj, personificado, simboliza el tiempo, la vida, que mira al jovencito y le interroga. Pero el jovencito no tiene respuesta. El suicidio es su única respuesta.

Como casi siempre en la poesía de Lorca, los objetos inanimados cobran vida mientras los seres humanos están muertos o a punto de perder la vida.

3.2.  Localiza y explica una metáfora en este poema.

 

Metáfora: Él   se sintió   balcón y torre

                  R        (es)                 I

En esta metáfora, el jovencito se sintió (es) balcón y torre. Ambos son altos y elevados y ambos connotan en este contexto pulsiones suicidas, lugares desde donde arrojarse y suicidarse fácilmente. También pueden sugerir la ambivalencia de sentimientos del protagonista: el balcón como espacio de libertad, abierto al mundo; la torre como espacio de encierro. En esta interpretación, el joven sentiría a la vez las ansias de libertad y la coerción a que le somete la sociedad (que impone sus reglas geométricas).

 

3.3.  Explica el significado simbólico de la geometría en este poema.

 

La geometría es el símbolo del espacio acotado, controlado de forma racional y sujeto a unas normas y cánones establecidos. Si el jovencito se suicida es “por no saberte la geometría”, es decir, por no saber adaptarse y vivir en el espacio geométrico y racional que le marca la sociedad para vivir “ordenadamente” (no olvidemos que el joven es despistado, pues “se olvidaba”, y que se siente, al mismo tiempo “balcón y torre”, y eso no puede ser en una sociedad ordenada. De hecho, el joven sólo es rígido y geométrico en el momento de romper el espejo, que al hacerse añicos remitiría también a formas geométricas.

 







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