Con esta entrada inauguramos una serie de artículos dedicada a profundizar en los distintos subgéneros de la ciencia ficción. ¡Recomendación nivel 99 para Librópatas!
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"El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto."
Neuromante. William Gibson. 1984.
Imagen: jubiladosdearkham.com
Un futuro cercano y decadente en el que la crisis final del capitalismo ha conducido a la sociedad a su desintegración. Los estados nación han desaparecido, gigantescas corporaciones gestionan hasta el aire contaminado que respiramos, y las ciudades son inmensos tapices de corrupción, nihilismo y delincuencia organizada en el que grupos armados de todo pelaje tratan de mantener su supremacía sobre el resto.
La gente humilde trata de sobrevivir en un día a día marcado por la drogadicción, la contaminación extrema y trabajos alienantes y mecánicos, evadiéndose en paraísos virtuales que son la encarnación última de lo que hoy conocemos como ciberespacio. Por su parte, las clases privilegiadas luchan por la posibilidad de exiliarse en las colonias orbitales, el nuevo paraíso lejos de un planeta moribundo.
Imagen: taringa.net
Este es el escenario habitual de las historias cyberpunk, subgénero de la ciencia ficción contemporánea que nació a principios de los años 80 en la obra de autores como William Gibson o Bruce Sterling. En él se plantean tramas típicas de la novela negra con la peculiaridad de desarrollarse en un futuro distópico y ultratecnológico. Se trata de una modalidad conocida por todos en el ámbito cinematográfico gracias a películas como Blade Runner, Robocop o la trilogía de Matrix y está muy presente en el mundo de los videojuegos. Pero sus raíces, como casi siempre, están en la literatura. Desde Un bosque de historias os ofrecemos a continuación tres pildorazos de cyberpunk para que os adentréis en el metaverso junto a los jinetes de consola.
Información sacada de www.leelibros.com
NEUROMANTE. William Gibson (1984)
Un futuro invadido por microprocesadores, en el que la información es la materia prima. Vaqueros como Henry Dorrett Case se ganan la vida hurtando información, traspasando defensas electrónicas, bloques tangibles y luminosos , como rascacielos geométricos. En este espeluznante y sombrío futuro la mayor parte del este de Norteamérica es una única y gigantesca ciudad, casi toda Europa un basural atómico y Japón una jungla de neón, corruptora y brillante, donde una persona es la suma de sus vicios.
CISMATRIX. Bruce Sterling (1985)
Abelard Lindsay es condenado a exiliarse de su pequeño mundo en órbita lunar por su activismo político. Una guerra fría hace estragos en el espacio circunsolar. Los formistas, expertos en manipulación genética, conspiran desde el Consejo Anillo de Saturno, mientras los mecanistas, ciborgs repletos de implantes, prosperan en el Cinturón de Asteroides. Entrenado para ser el diplomático perfecto, Lindsay tendrá que usar toda su habilidad para sobrevivir como fugitivo en los ruinosos cilindros orbitales, los apiñados cárteles y asteroides y las rutilantes ciudades espaciales.
Bruce Sterling, uno de los padres del ciberpunk, logra una hazaña de imaginación insuperable en Cismatrix, una obra de referencia para toda la ciencia-ficción posterior.
SNOWCRASH. Neal Stephenson (1985)
Una novela desinhibida y rebosante de ideas que se ha convertido en el texto más popular de la ciencia ficción moderna.
En el futuro cercano, los americanos sólo destacan haciendo cuatro cosas: música, películas, programas... y repartir pizza en menos de treinta minutos. En el mundo real, Hiro Protagonista trabaja de repartidor para Pizzas Cosa Nostra Inc., pero en el Metaverso es un príncipe guerrero. Y en el Metaverso se enfrenta con algo aún más terrible que la posibilidad de llegar tarde a una entrega: el enigma de un virus que amenaza con provocar el infocalipsis.
Neuromante y Snow Crash son obras indispensables. Gracias por recordarlas :)
ResponderEliminar¡Gracias, Toni! Las dos son obras maestras, y creo que Snow Crash es especialmente útil como introducción a la ciencia ficción para el lector adolescente. Neuromante es algo más durilla...
EliminarUn saludo.
Aunque es muy anterior a Gibson yo incluiría la novela "Mercaderes del espacio" (Kornbluth y Pohl, 1953). Faltan las referencias al ciberespacio, claro, porque aún faltaban treinta años para ese concepto, pero creo que es un claro precedente.
ResponderEliminarTengo su lectura todavía pendiente, espero que no tarde en bajar puestos en la pila ;-)
Eliminar¡Gracias por tu comentario!