martes, 1 de diciembre de 2015

Alas de fuego. Por Claudia Matallín (1ºA)

Alas de fuego
            De Laura Gallego García


Claudia Matallín (1º ESO A)

En el reino Karish, reina la princesa Marla, de 17 años, la cual está protegida por un ángel llamado Ahriel desde que nació. Un día le pide hablar, habían matado en Saria a un ministro. Marla pidió a Ahriel que hablara con Kab, el jefe de seguridad de Karish para proteger a Marla de los ataques. Pero un joven sariano llamado Kendal los interrumpe en su conversación, Ahriel lo caza y lo encierra en los calabozos. El prisionero habla sobre lo que piensa hacer Marla, Kab se lo lleva. Ahriel nota un golpe y cae al suelo. Al rato se despierta encerrada en una mazmorra del castillo, muy adormecida y prácticamente sin poder moverse, lo cual la llevó a quedarse dormida. Despertó por un ruido que provenía de la puerta, era un hombre, le echó una cosa sobre las alas y su espalda, era viscoso y muy frío, se petrificó y quedó fija a modo de cepo, dolía y quemaba. Dolorida, volvió a dormirse después de oír que la enviarían a Gorlian, una prisión de la que nadie sale jamás.

Despertó y vio un paraje marrón y maloliente, llovía barro, echó a correr buscando sitio para guarecerse, pasaron las horas, el cansancio pudo con ella y se dejó caer en un charco.



Despertó en una casa con un hombre llamado Bran, le pregunto sobre aquel lugar y este se lo explicó todo y ella le explicó quién era y que con sus habilidades angélicas, podrían, a lo mejor, escapar de Gorlian.

Fueron a ver al rey de la ciénaga para pedir paso a la frontera, se lo dio. Allí, comprobó que no había salida. Fueron a ver a Dag para ver si podía quitarle ese cepo de sus alas, no pudo.

Los forajidos fueron a matarlos, pero escaparon. A salvo, volvieron a la casa de Bran, pero habían quemado la casa. Con esfuerzo y paciencia, habían conseguido construir otra casa también pequeña pero muy acogedora.

Ahriel despertó con mucha culpa, pues era un ángel y no podía sentir, pero hacía tanto tiempo que no volaba y vivía con Bran… Salió corriendo recogiendo toda su ropa y, Bran detrás de ella, sin darse cuenta de que estaba desnudo. Pasó el día y se puso a llover, Ahriel decidió volver, Bran se preocuparía. Cuando llegó los forajidos tenían atrapado a Bran, intentó salvarle pero le hirieron de muerte, los malhechores salieron de la cabaña y el ángel corrió hacia él, lo último que se dijeron fue un fugaz “te amo”… y, en ese momento, juró venganza.

Pasaron los meses y, volvía para vengarle, lo que consiguió, mató al rey. Pasó a ser la reina de la ciénaga. Allí el tiempo pasaba más rápido.

Hacía unos meses que Ahriel ya no estaba en Karish, tiempo para que hayan declarado la guerra a Saria.

La princesa de Saria estaba en una taberna de Karish con Kendal y Yarael, también ángel, estaban esperando a Tobin, un hombre cojo. Fue a donde estaban y les propuso un plan para ir a Gorlian a rescatar a Ahriel. Fueron a los calabozos, encontraron al rey de Saria sin vida. Kab les pilló y mandó a Gorlian donde encontraron a Ahriel muy fría e impasible, mandó que les mataran, Tobin dijo algo que hizo recordar a Ahriel, mencionó a Bran. Tobin convenció a Ahriel para ir a donde ellos aparecieron, una vez allí, vio montañas y fueron hacia ellas, encontraron un pasadizo que les llevó hasta un claro con un círculo, se pusieron en él y aparecieron dentro de la habitación de Marla. Escaparon por pasadizos, fuera, pudieron respirar aire fresco. Tobin la convenció, para ir a desenterrar a un demonio y vencer a Marla. Fueron en su búsqueda y con éxito la encontraron. Abrieron la tumba, de la nada salió Marla y kab, Tobin se incorporó a ellos. Marla tiró a la princesa por el cráter y ella se tiró en su ayuda, hizo tanta fuerza que el cepo que las reprendía se rompió y ella podía volar, consiguió coger a la princesa a tiempo, la subió y se enfrentó a Marla, ganó Ahriel y todos los malos cayeron dentro del agujero negro que era la puerta al infierno. Ahriel desapareció, siendo libre.



Opinión: a mí me ha gustado mucho, mezcla romance, aventuras e identidad, lo cual nos lleva pensar en quienes realmente somos. Lo recomiendo mucho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario